Qué lindo sería... en estas Fiestas, traer de regreso a alguien del cielo y pasar un día con esa persona... solamente una vez... una última vez... darle un último abrazo... un último beso y decirle adiós al escuchar su voz nuevamente. Tener otra oportunidad para decirle: TE QUIERO!!!! Copia y pega esto en tu muro, en memoria de alguien que querías con toda el alma y se fue... y ahora es un Ángel.
Hoy, casualidades de la vida, por facebook he encontrado este texto que me ha parecido muy apropiado para este día. Escrito por una amiga que recientemente ha perdido a una persona muy querida para ella y a la que desde aquí deseo mucho ánimo y que piense que por ella y para ella, debe seguir adelante, viviendo, disfrutando y dándolo todo. Estoy segura de que a esa persona no le gustaría lo contrario, así pues, que la energía de “ese ángel” que te cuida, entre en ti, te acompañe siempre y te ayude a superarlo.
Son momentos muy duros, casi insostenibles, en los que pensamos que el mundo no tiene sentido alguno, nos creemos con el alma partida por siempre jamás y que nunca lo superaremos, en ese momento pensamos que la vida es injusta y sobre todo nos preguntamos constantemente “¿por qué?”, “¿pero de verdad tenía que ser así?”.
Fue difícil superarlo, porque él era una bella persona. Grito en alto que de las pocas personas buenas, bondadosas y con corazón que he conocido de verdad, de las que hoy en día quedan muy pocas, generoso y cariñoso, soñador y hospitalario, jovial y conciliador entre las personas que le rodeaban, evitaba y escondía su dolor para proteger a sus seres queridos y con una sonrisa capaz de generar la alegría a quien le miraba, infundía ánimo y serenidad. Lo “importante” se convertía en trivial, lo trivial… desaparecía. No es de extrañar que aquél horrible día te lloraran tanto todos lo que allí estábamos dándote el último adiós.

Casi un año después de tu partida, alguien me dejó aquellas palabras, porque le seguiste haciendo de anfitrión en tu tierra, porque le acompañaste en un momento eterno para él, porque le diste las fuerzas que necesitaba en ese duro instante. Yo aún las “guardo” y de entre todas ellas, quiero dejar aquí algunas que te reflejan y que deberíamos tener en cuenta.
“porque un ser querido es algo más que un apellido... es un sentimiento. Además creo que es bueno y cómo a él le gustaba... es que os acordéis de las cosas bonitas que debisteis vivir juntos, de cómo le acompañasteis los tres en los últimos momentos terrenales... que no espirituales porque seguro que sigue entre vosotros... de que luchéis cómo él quiso luchar hasta el último momento... que no os olvidéis nunca que la vida es lucha, sacrificio y generosidad, disfrutar, sonreír y muchas cosas más.”
Simplemente, me siento muy orgullosa de llevar el mismo apellido. Desde aquí, querido tío, hoy TE SIGO QUERIENDO, por siempre… FELICIDADES!!!